El púgil cubano Hairon “El Majá” Socarrás 14-0-1 (10 KO) prometió traer de España otro nocaut y, a pesar de la fortaleza del oponente, lo cumplió.

En una demostración de boxeo total el peleador antillano derribó al mexicano Jesús Galicia (13-8-0, 8 KO y clasificado como décimo del ranking de la WBC), en una de las mejores actuaciones de un peleador cubano en este 2014.

La pelea estaba pactada a 10 rounds, pero no hicieron falta. El Majá tras una magnífica combinación de golpes mandó a la lona al “Zurdo” en el segundo asalto, sobrando el conteo que le hizo el árbitro.

Los presentes en el Pabellón Xiprerets de Santa Pola, en la Comunidad Valenciana pudieron presenciar el arte del cubano, que además de ganar dio un bonito espectáculo que culminó con un crochet de izquierda en rostro de su rival.

Fue un KO fulminante. El Majá, tras golpear primero la zona pancreática, soltó una andanada de golpes que aflojaron al guerrero mexicano, dejándolo listo para la estocada final, ganando así la pelea más importante de su joven carrera.

“Veo la pelea como una oportunidad que se me está abriendo y espero aprovecharla al máximo”, dijo el Majá a El Nuevo Herald antes de partir hacia España. “Se me ha dicho que pueden haber representantes de grandes promotoras europeas para ver mi actuación y no espero decepcionar a nadie’’.

Y no decepcionó.

De este modo Socarrás regresa a Miami con el Título Latino Interino de la WBC y a su vez da un golpe en la mesa del panorama boxístico mundial.

El Majá salió vestido de rojo y oro y ya desde el primer round dio muestra de su superioridad, dando los mejores golpes, ante el mejor rival a que se a enfrentado, protegiéndose muy bien de los potentes golpes del mexicano.

En el segundo fue definitivo. Socarrás trabajó muy bien los golpes al cuerpo, trabajando los niveles y dando además una verdadera exhibición defensiva, peleando en todas las distancias, hasta que a falta de 26 segundo para el final del asalto terminó el combate por la vía del cloroformo en uno de los mejores nocaut del año.

Con este contundente triunfo el boxeador cubano de 21 años ha dado un paso adelante para dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad.

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